Desaparecer

-Sophia, no es solo eso. El otro día estuviste todo el día con tus amadas porristas, llegue a buscarte y además de que tus compañeras me miran como un pedazo de carne, que no sé cómo ni cuenta te das y hablaban de tu boda y tú dijiste: No es para tanto.
-Dustin no era a lo que yo me refería, ellas decían que todo podía ser un desastre porque eres famoso y actor. Te besaras con miles de chicas mientras yo use el apellido Knight y que sería terrible, yo respondí: No es para tanto
-¿No es para tanto que bese a otras chicas? Antes te daba un ataque de celos. Ya no al parecer ¿Qué pienso de eso? ¿Me sigues amando?
-¿¡Tienes que preguntar eso!?- Grité
Corrí a tenderme en mi cama, boca abajo y resistir el llanto para que mi maquillaje no se corriera.
-¿Vas a la fiesta? Yo te llevo de todas maneras, puedes ir sola total, la niñita era quien quería ir no yo.
Me di la vuelta para responderle. Él también quería ir ¿No?
Entonces vi como vestía una polera gris, que marcaba su perfecto abdomen unos jeans rotos y unos colmillos de utilería con sangre, igualmente de utilería, alrededor de su boca.
Eso decía una cosa: No quería ir, no puso empeño en su disfraz
-No peleamos hace mucho ¿Por qué volver a empezar? Me perdonas y yo te perdono ¿Sí?
-No estoy seguro Sophia, no respondiste- Dijo con recelo
-Ven- Indiqué
Dustin me hizo caso y quedo en la punta de la cama y yo sentada en ella.
Tome el cuello de su polera y la tire hacia mí. Lo guié hasta mis labios y el hizo el resto.
Cuando ya todo se estaba pasando de la raya, me separe de él.
-¿Responde eso tu pregunta?- Dije mientras subía el cierre de mi disfraz y me sentía fatal
-No al completo- Dijo abrazándome por la cintura con una sonrisa traviesa en su rostro
-¡Ya! De veras quiero ir a esa fiesta. Por cierto, no te preocupes de la boda, iré la próxima semana con tu mamá a ver vestidos, te lo prometo
Él suspiro, llego a mi lado para luego besar mi mejilla y salir de la habitación con paso pausado
-¿Vamos?-Preguntó
Asentí y fui tras Dustin. Ya en el garaje camine hacia nuestro jeep, ya acostumbrada pero vi como las luces del Ferrari blanco de Dust titilaban
-¿Iremos en eso?- Pregunté despectiva
-No le hables así a mi más preciada joya- Dustin miro el auto y luego a mí- Error, no le hables así a mi tercera joya más preciada. No lo conduzco hace mucho. Déjame usarlo So.
-Solo si me dices que son la primera y la segunda joya- Puse como condición
-La segunda, en realidad embarca a tres: Austin, Peyton y Ally. La primera, tendrás que adivinar- Dijo con una enorme sonrisa y entro al auto
Fui al asiento del copiloto y pose mi mirada en la suya esperando que él me dijera, que no esperara a que yo le respondiera, pues aunque creía cuál era su respuesta, no deseaba verme engreída
Dustin me miro sorprendido y con su mano toco mi cara, luego mi mano y volvió a mi rostro, esta vez con ambas manos
-¿Qué pasa?- Pregunté extrañada
-Estás desapareciendo So
-¿Eh?-
Dustin tomo mi bolso y saco un espejo y me vi reflejada en éste. Mi novio estaba en razón mi cara tenía unas pequeñas “manchas” pero en realidad era como si me faltara partes, un rompecabezas sin armar. Eso ocurría con mi labio, había desaparecido misteriosamente
-¿¡Qué me está pasando!?- Grité desesperada y lágrimas recorrieron mis mejillas.
Dustin no contesto y unió sus labios con los míos, pero no lo sentía como siempre, al parecer él pensó lo mismo ya que volvió a mirarme.
-Hay que llamar a Tyler- Aconsejó
Moví la cabeza en afirmación, di vuelta mi reloj donde había un botón rojo, Tyler me dijo que solo lo apretara si era una emergencia. Esto lo era.
Mientras esperaba que mi mejor amigo se presentara, veía mis manos desvanecerse y reaparecer
-Dust, tengo miedo- Confesé
Dustin no dijo nada se quedó en silencio, observándome. Una sonrisa nerviosa se dibujó en su rostro
-Volviste a la normalidad… creo
-Vamos a casa, algo me dice que Tyler está ahí- Sugerí
Ambos bajamos dela auto y caminamos a casa. Me aferré de la mano de Dustin, no quería desaparecer, estaba muy asustada.
Entramos a casa y grité el nombre de Tyler, pero no respondió.
Con Dust nos sentamos en el sofá a esperar.
Estaba preocupada, todo esto se lo transmitía a Dust, pero él intentaba calmarme, me abrazaba, acariciaba y besaba agregando un: Quédate tranquila, Tyler llegara y arreglaremos todo. Cuando ya iba por la duodécima vez repitiéndome eso, apreció el pelirrojo
-¡Tyler!-Exclamé y unas lágrimas se me escaparon
Dustin fue a mi lado y me apretó hacia él, Tyler nos miro desconcertado y preocupado
-Presionaste el botón rojo ¿Qué paso?-
-Estoy desapareciendo
-¿¡Qué!?
-Como acabas de oír, Sophia está desapareciendo, facciones de su cuerpo se vuelven transparentes, pero en realidad no están ahí ¡Es raro!-Gritó Dustin
-Esperemos un poco, veré si ocurre otra vez.

El teléfono ya había sonado unas diez veces, los mensajes de Hannah o de Stella no dejaban de llegar a mi teléfono celular, al de Dustin igual. Pero Tyler y Dustin intentaban averiguar que pasaba. Después de dos horas de espera, volví a desaparecer. Tyler me mando a nuestra piscina, ahora estoy dentro de ella. Llevo un traje de baño rosa, el favorito de Dustin y el mío. Pero tengo esta falta de piezas y me veo terrible.
Me siento como una muñequita de porcelana rota, cada lágrima que caía de mis ojos no alcanzaba a recorrer mi mejilla para haber desaparecido por esta extraña falta.
Dustin nada a mi alrededor en un intento de abrazarme, pero no lo dejo, si quiera verme. Tengo mis manos sobre mi cara y me hundo cada minuto que puedo, vuelvo a recobrar el aire y bajo otra vez.
-So, no veo el caso en que te escondas. Deja que te abracé, te sentirás mejor- Venía repitiendo eso hace más de diez minutos, así que lo deje
Él hizo lo que había pedido y además me beso, pero no sentí al completo su beso, me estaba desvaneciendo otra vez, sin embargo Dustin no dejo de mover sus labios, era lo que sentía de lo que me quedaba. No entendía como seguía aquí sin estarlo al completo.
-Volví- La voz de Tyler no nos separó, ahora que había aceptado estar entre los brazos de Dustin no quería alejarme–Sepárense chicos, Dustin sal de la piscina, arreglaré esto-
-¿Tengo qué?- Preguntó sin dejar de retenerme
-Tengo una sustancia que ayudara a So, pero a ti podría destruirte al no tener ningún mal-